Esta entrada es algo contigua a la anterior entrada que relaté. Decidí hacerla en dos partes porque ya bastante largo me parecía.
A raíz de la enfermedad de mi madre y posterior operación, volví hacia atrás como los cangrejos.
Ese miércoles, cuando volvimos a casa de estar con ella en Cruces, y mi hermana se fue a la cama, yo me encontraba sola, me encerré en la habitación y con lágrimas en los ojos empezé a golpear a la pared, casi retumbaba de la fuerza, y tan sólo paré cuando mis puños estaban lo suficientemente hechos polvo.
Con el paso de los días, mis manos se fueron convirtiendo en un poema. En mis muñecas no cabían más cortes, mis nudillos sangraban contiuamente y el 'gato' empezó a atacar mis manos.
El Jueves obviamente no fui a clase. Recuerdo que llegamos cuando ella ya estaba dentro y sólo quedaba esperar. Fueron las seis horas más largas de toda mi vida. No sabía que hacer.. Quería estar sola, pero a la vez quería estar con mi familia.
Me sentaba enfrente de la puerta de quirófano, con la mirada perdida en el manillar de la puerta, esperando con ansias a que abrieran la puerta, saliera el cirujano con buenas noticias..
Sobre las 13.45h el cirujano salió, explicándonos que todo había salido bien, que le habían implantado correctamente las válvulas y que pronto estaríamos con ella. Estaba nerviosa.. No sabía si seguir llorando, saltar de alegría o chillar.. Pero tenía que contenerme hasta que la viera..
A las 14.00h nos dejaron pasar a la UVI. Fue algo duro, porque ella estaba intubada y no podía hablar, pero me miraba, me sonreía y me lloraba. Y personalmente no recuerdo que más pasó.. Llamé a mis amigas para comunicarles que todo iba bien, y creo que recordar que también me llamó mi tutor..
El viernes fui a clase, sin separarme del móvil porque sólo esperaba llamadas de mi padre para saber cual era la evolución de mi madre.. Fui la última en entrar y casualidad de la vida, empezábamos con mi tutor y no había problemas por si llegaba tarde.
Cuando llegué a clase, todos me miraron, y mi sorpresa fue cuando todos, se preocuparon por ambas dos. Con las manos escondidas por mis heridas y los ojos llorosos contesté y todos se alegraron. A los pocos minutos de dejar las cosas en la mesa, llegó mi tutor.
Me preguntó por ella y cuando nos quedamos a solas, le abrazé. No pude remediarlo.. Y comenzó mi día.
La mañana surgía bastante lenta pese a ser un día en el que por las asignaturas que tenía, no era muy pesado. Estaba bastante distraída, con la mirada perdida, pensando en como estarían mamá y papá. No dejaba de pensar en ella, en los dos días anteriores y en lo que aún quedaba por hacer..
Más de mes y medio estuvo ingresada mi madre, pero todo iba concluyendo satisfactoriamente. La cicatriz iba estupendamente, no había restos de la bacteria y mi madre se iba encontrando mucho mejor. Al cabo de una semana, la trajeron a Vitoria, y yo por lo menos, estaba algo más tranquila. El 28 de Marzo por fin la tenía en casa, y fue uno de los mejores momentos que he podido vivir.
Y poco a poco todo iba volviendo a la normalidad. El dolor que sentía por el chico que me gustaba iba remitiendo, mis muñecas dejaron de tener heridas, mis nudillos iban volviendo a su normalidad y las heridas de las manos ya no estaban.. Parece que todo había pasado y yo, estaba realmente feliz.
siempre que leo tus entradas me acabo emocionando.Yo en 2008 pase una situación parecida dado que a mi madre la operaron de la espalda y comprendo bien ese dolor ese nerviosismo esa tortura interna al saber que tu madre estaba en un quifofano.Mi niña eres increíble tq y lo sabes
ResponderEliminarquiero añadir que mi madre tambn salio muy bien de la operación y que el dia que salio del hospital después de todo no podía parar yo de llorar.Te entiendo perfectamente nenaa
EliminarMI niña, sé que lo pasastes muy mal en esos dias, pero sé que luchaste mucho y todo se soluciono, y tú tambien eres una gran luchadora, por eso te admiro tanto =)
ResponderEliminarSiento que lo tuvieras que pasar tan mal. Eres genial, y sabes que te quiero mucho verdad? ^^