domingo, 26 de mayo de 2013

Un equipo, una ilusión.

En 1927 nació un pequeño equipo en Miranda de Ebro, y 84 años después eclipsó con su fútbol a una chica de diecinueve años.
Al principio sólo era amor de novia, lo apoyaba porque a él le hacía feliz, pero con el paso del tiempo, con el paso de los minutos he llegado a amar su fútbol, a sentir sus colores.
He aprendido a llorar con sus victorias, a llorar por sus derrotas y pese a todo, no dejar de apoyarlos. He aprendido a sentir esa emoción que te sale cuando cantas sus cánticos.
He visto como ganaban a tres equipos de Primera División, como se metían en la final de la Copa del Rey, como jugaban en San Mamés.
He visto como subían a Segunda División, y como llorábamos todos con aquellos preciosos goles. Las caras de ilusión de todos los que estaban en la plaza celebrándolo.

Su fútbol, su equipo, su campo, sus colores, sus cánticos, sus defectos, sus goles, su amor hacia la afición, el amor de la afición al equipo, sus sonrisas con cada gol, cada entrenamiento, verles correr en el campo..
Amo del Club Deportivo Mirandes. Porque soy Rojilla, y a mucha honra.

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