lunes, 1 de septiembre de 2014

Los buenos siempre ganan.

Me he cansado de fingir sonrisas, de llorar a escondidas y de tenerte tanto miedo.
Me he cansado de mirar al espejo y decir "pobre de mí".. Me he cansado de echarme la culpa y de sentir que fue por mi, porque sé que no es así.
Me he cansado de salir a la calle y que ese miedo me acompañe por cada rincón deseando que no estés allí.
Me he cansado de tener que preocupar al mundo por mis putos cambios de humor; me he cansado de ver a mamá triste cada vez que lo hablo con ella por culpa tuya, me he cansado de odiarme cada maldito día por no haberme espabilado antes.
Me he cansado de quererme menos, de recordar el dolor que causaste en mí, de recordar cada lágrima derramada cada vez que lo recordaba. Me he cansado de pensar en como me sentía la mayor mierda del mundo.
Me he cansado de recordar todo y volver para abajo, costándome subir cada vez más.
He llegado a negarme a mí misma que no estaba pasando, que no podía ser posible, que era una pesadilla de la cual me tuvieron que despertar para obligarme a abrir los ojos.
 Y recordar todo el daño que mi corazón ha recibido, y que ese daño y ese dolor fuera el alimento de la bestia que llevo en mi interior pesa.. Y mucho.


Pero.. Todas las partes malas, tienen una buena.
Porque ahora, es cuando la protagonista de esta historia saca fuerzas de lo más profundo de su alma para coger el último impulso.
Sé que siempre me va a doler, que esa cicatriz va a quedar marcada y va a estar siempre presente, pero poco a poco y con el tiempo, se va a ir curando del todo y volverá a sacar su mejor y más plena sonrisa.
Volveré a quererme, y esta vez, lo haré como realmente merezco quererme.
Volveré a hacer reír a esas personas que han visto lo hundida que estaba y han recogido mis trozos para pegarlos poco a poco.
Conseguiré aparcar ese miedo tan terrible para dejarlo sólo y salir a la calle sin él.
Dejaré de echarme la culpa, dejaré de odiarme y dejaré de recordar ese dolor que tanto me ha llegado y me llega a consumir.
Llegará el día en que pueda hablar de esto sin lágrimas en los ojos, y sin que me queme por dentro.

Seguiré luchando para pasar esto, porque no lucho sola.
En esta guerra nunca he luchado sola, y ya no lucharé nunca más sola.
Llegará un día en el que pueda mirar a los ojos de la gente que quiero y pueda decirles que lo he superado. Llegará ese día en el que les mire y vea en sus ojos que están orgullosos de mí.

Pero sobre todo, llegará ese día en el que mire en el espejo, me tenga delante y sea yo misma la que esté orgullosa de mí y pueda decir con la boca bien llena que te superé, y te gané.

4 comentarios:

  1. Leyendo este texto con lágrimas en los ojos.Haces que cada palabra llegue muy dentro.Gracias por expresar de esa manera los sentimientos,las emociones,TODO.Eres grande ;)

    ResponderEliminar
  2. Animo mi niña , tu puedes y no estas sola ;) te quiero pekeña soy amaya

    ResponderEliminar
  3. aunque nonos conozcamos, Princesa, me alegro mucho de que poco a poco pelees por encontrar tu lugar.

    ResponderEliminar