miércoles, 12 de febrero de 2014

Mamá y su guerra contra su mayor obstáculo.

Nunca te imaginas que algo tan simple como una simple bacteria puede llegar a quitar un preciado tesoro como es la vida misma.
Y nunca te lo imaginas, hasta que sucede. Y cuando ocurre, te llega a doler muchísimo más que culquier otra cosa del mundo.

"Ella llevaba mala desde verano, creía que eran simples cólicos porque eso era lo que les decían los médicos pero un 6 de Febrero todo cambió.
Llegó a urgencias porque se encontraba con bastante dolores persistentes y se encontraba bastante mal. Y tras varias pruebas llegaron a la conclusión de que se tenía que quedar ingresada. Pasados varios días y tras algunas pruebas los médicos encontraron una bacteria en el que literalmente le estaba comiendo por dentro.
Había pasado por el hígado y el bazo, y le había dejado secuelas y ahora se había postrado en las válvulas aórtica y mitral del corazón; comiéndoselo literalmente.
El día 10 se la llevaron a otro hospital, fuera de la ciudad en el que podrían tratarla mejor lo que tenía, no sin antes tener una medicación que ayudaba a que desapareciera aquella bacteria. Y papá se fue con ella, sin dejarla sola.
La mañana del día siguiente transcurría con normalidad, aunque yo no estaba en este mundo. No me separaba del móvil, aunque no contaba nada a nadie, más que a mis mejores amigas. Ese mediodía, yo salía sobre la 1 de clase y me dirigía a la parada del autobus que me llevaría a casa de mi tía a comer.
Sobre las 16.00h llegó papá a casa de la tía, y estaba muy serio. Era la primera vez que le vi llorar mucho y en cuanto vi su cara apagada, me temí lo peor.
Nos explicó a la tata y a mí, que mamá estaba muy mal, que la habían tenido que inducir al coma porque de toser se ahogaba, corría bastante peligro y la tenían que operar al día siguiente de urgencia . En ese instante en el que me lo contó, me quedé sin respiración durante unos segundos, y rompí a llorar. Jamás, jamás, había visto a toda mi familia llorar y me di cuenta de que era algo muy muy serio.
En cuanto lo supimos, la prima, papá, la tata y yo nos fuimos directamente al hospital; necesitabamos verla. Yo no dejaba de temblar, de llorar y de gritar en silencio. Lo primero que dije cuando papá me contó lo que tenía que pasar, fue decirle que iba a llamar a mi tutor para decirle que no iba a ir a clase al día siguiente.
Cuando conseguí estar entera, le llamé y en cuanto oí su voz rompí a llorar como nunca lo había hecho y entre llantos le expliqué al profesor lo que pasaba.. "Todo saldrá bien, Gala" me dijo.

Llegamos al hospital al cabo de una hora, y la tata y yo fuimos a ver a mamá. Estaba dormida, llena de tubos, y no se despertaba. La tata le agarraba una mano, yo la otra y llorábamos.
Llorábamos mucho. "Mamá, saldrás de esta, ya lo verás" le decía yo. "Mamá no te vayas, por favor.." le decía la tata. No dejaba de decirle lo mucho que la quería, que la amaba y que la necesitaba. Salimos la tata y yo agarradas y después entró mi prima, y después papá. Yo me senté y sin dejar de llorar fijé la vista en un punto. Quería llorar, gritar, patalear y maldecir a todo ser viviente; pero no podía ser tan débil.. Mamá me necesitaba fuerte y si aguantaba era sólo por ella.
No sé cuanto tiempo pasó exactamente pero sé cuando salimos ya era de noche. Papá se vino con nosotros porque no dejaban que se quedara nadie y eso, me repateaba aún más, pero mamá necesitaba descansar.
Llegué a casa, y me fui a la habitación de mamá, cogí uno de sus jerseys y me quedé un rato allí. A las 8,30h del día 12 de Febrero de 2009 nos dirigíamos al hospital. A las 8.00h habían subido a mamá al quirófano y ya estaban operándola.
Llegamos a la sala de espera y se me hizo eterno. No dejaba de dar vueltas.. De la sala de espera, a sentarme enfrente de la puerta de quirófano; de allí a las escaleras que habían al lado. No me separaba del mp3 ni del móvil. Lloraba, me secaba las lágrimas, respiraba hondo y volvía a llorar. A las 14,00h salió el cirujano explicando como había ido la operación y que pronto podíamos verla.
Al cabo de media hora aproximadamente nos dejaron verla 5 minutos y.. ahí estaba ella. Despierta, aunque intubada. Aún no podía hablar y eso le hacía llorar. Lo único que hicimos el primer minuto fue abrazarla, llorar y sonreír. Después la tranquilizamos, la dijimos que descansara, que mañana sería otro día y que todo iba a acabar.

Fueron pasando los días; mamá mejoraba por momentos y a los tres días ya le pasaron a planta, y al cabo de un par de días, ya estaba en Vitoria de nuevo. Cada día estaba mejor, sonreía más y estaba más guapa que nunca. El 27 de Marzo del 2009 regresó con nosotras a casa.
Realmente en ningún momento me sentí sola; todo el mundo preguntaba por ella y nos ayudaban, aunque realmente nosotras dos solas nos apañabamos muy bien.

Y hoy, 5 años después; intento hacerla reír todos los días, o al menos verla sonreír. Ella me demostró que es más fuerte de lo que nadie se pensaba y que no es tan fácil acabar con ella. Algunos pensareis que exagero cuando os cuento todo con tanto detalle, pero creedme; a pesar de todo el tiempo que ha pasado, de que ella está bien, que le dieron el alta en Cardiología y que "su reloj" funciona a la perfección, sigo llorando cada vez que lo recuerdo.
Pero mamá, es mamá y tengo la suerte de tener a la mejor madre del mundo. Mi heroína, mi suerte.

Mamá, te amo."

1 comentario:

  1. Mi nena acabo de leerlo y he acabado con lagrimas en los ojos.Tu mamá es una gran luchadora al igual que tu.Hay cosas en la vida que pasan y no te explicas el por que.Pero gracias a la vida tu madre esta fuerte y perfecta.TQ cielo.Gracias por compartir pequeños pedacitos de ti

    ResponderEliminar