Yaya, 1O años sin ti.

No puedo escribir una letra de este tablón su que haya una lágrima por delante. Y es que duele; esta ausencia tuya duele, y mucho.
Son 1O años sin ti, sin tus besos, sin verte sonreir, sin estar entre tus brazos y sin poder mirarte. Ya no hay más cumpleaños a tu lado, ni más navidades juntas. & me encantaría volver atrás, sólo para volver a vivir aquellos lindos momentos a tu lado. Aquellos momentos en los que orgullosa me veías subir a tomar el cuerpo de cristo en mi comunión o aquellos en los que sonriente veías como soplaba mis velas de cumpleaños.
Si, te echo de menos. Te echo tanto de menos que me quema por dentro, y lo peor de todo saber que aún me quedan muchos más años para seguir añorándote.
Yaya, estés donde estés TE QUIERO. Te quiero con toda mi alma, y siempre lo seguiré haciendo. Aunque en tus últimos meses de vida no te acordaras de mí, ni de mamá, ni de la tata, aunque a tu hija la llamaras madre, aunque aquella enfermedad te arrebatara tus recuerdos, te sigo queriendo, y así será para el resto de mis días. El cáncer te arrebató de nuestro lado y yo no pude hacer nada.
Aún siento el último beso que me diste antes de que durmieras para siempre, ese último y cálido beso, lo guardaré en mi memoria.
Siempre serás mi bella viejita. POR SIEMPRE TÚ.